sábado, 1 de octubre de 2011

Ayer me enfadé

Pues si, me enfadé.

Tuve una conversación con un empresario que quería contratar un comercial. Hasta aquí todo normal, entra dentro de los cánones de mi día a día. Sin embargo, este empresario planteaba unas condiciones para su comercial y para su agencia de selección de personal un poco extraordinarias.

Para el comercial las condiciones que exigía eran bastante malas, bajo sueldo, bajas condiciones y herramientas de trabajo, baja formación, poca información estadística de ventas pasadas y planteamiento de objetivos futuros, etc. Algo que lamentablemente cada vez estamos viendo más en las ofertas de empleo, pero que en SoloComerciales advertimos a las empresas una y otra vez que es un error.

Pero el colmo de la cuestión era cuando discutimos nuestros honorarios, para este empresarios “mirar en una base de datos de empleo” y hacer “unas llamadas” y “unas entrevistas” no era un trabajo demasiado complejo, y este debería ser un “servicio gratuito”.

Le intenté explicar cuales son nuestros servicios, su valor, su apoyo a su negocio y seguía con su tesis de que nosotros deberíamos ser poco menos que una ONG y sufragarle su necesidad de contratación de personal, hasta que no pude sostener mas los argumentos lógicos y manteniendo la compostura, le dije: “quien paga cacahuetes, contrata monos”. ¿Os podéis creer que se enfadó?, claro está que yo me enfade también y zanje la conversación.

Mantengo la tesis: Quien paga con cacahuetes, contrata monos.