Pues si, me enfadé.
Tuve una conversación con un empresario que quería contratar un comercial. Hasta aquí todo normal, entra dentro de los cánones de mi día a día. Sin embargo, este empresario planteaba unas condiciones para su comercial y para su agencia de selección de personal un poco extraordinarias.
Para el comercial las condiciones que exigía eran bastante malas, bajo sueldo, bajas condiciones y herramientas de trabajo, baja formación, poca información estadística de ventas pasadas y planteamiento de objetivos futuros, etc. Algo que lamentablemente cada vez estamos viendo más en las ofertas de empleo, pero que en SoloComerciales advertimos a las empresas una y otra vez que es un error.
Pero el colmo de la cuestión era cuando discutimos nuestros honorarios, para este empresarios “mirar en una base de datos de empleo” y hacer “unas llamadas” y “unas entrevistas” no era un trabajo demasiado complejo, y este debería ser un “servicio gratuito”.
Le intenté explicar cuales son nuestros servicios, su valor, su apoyo a su negocio y seguía con su tesis de que nosotros deberíamos ser poco menos que una ONG y sufragarle su necesidad de contratación de personal, hasta que no pude sostener mas los argumentos lógicos y manteniendo la compostura, le dije: “quien paga cacahuetes, contrata monos”. ¿Os podéis creer que se enfadó?, claro está que yo me enfade también y zanje la conversación.
Mantengo la tesis: Quien paga con cacahuetes, contrata monos.